Nacido en San Baltazar Guelavila, Oaxaca, este mezcal Grulani expresa el carácter indómito del agave Tepeztate (Agave marmorata), silvestre y de lenta maduración —entre 25 y 35 años—, que hunde sus raíces en laderas rocosas y suelos pobres de montaña. El maestro mezcalero Leo Hernández, quinta generación en su oficio, honra el legado ancestral cocinando los corazones en horno cónico de piedra, moliendo con tahona tirada por caballo y fermentando con levaduras nativas en tinas de pino. La doble destilación en alambique de cobre se ajusta con agua de manantial hasta alcanzar los 46 % vol., sin comprometer su intensidad natural.

A la vista, se presenta limpio y brillante. En nariz, despliega una complejidad poco común: notas verdes y vegetales intensas, frutas frescas, maderas secas, cuero curtido y un delicado fondo floral que recuerda a las veredas silvestres de Oaxaca. En boca es profundo, terroso y seco, con notas de hongos, sándalo y minerales, suavemente entretejidas con un dulzor discreto del agave. El final es largo y persistente, marcado por una salinidad sutil y una textura que evoca piedra húmeda.
 

Características técnicas

• Tipo: Mezcal artesanal joven

• Agave: 100 % Tepeztate (Agave marmorata)

• Origen: San Baltazar Guelavila, Oaxaca, México

• Maestro mezcalero: Leo Hernández

• Volumen alcohólico: 46 %

• Volumen de la botella: 700 ml

• Producción: Lotes pequeños, sin aditivos

• Contiene sulfitos: No
   

Ideal para tomarse solo, sin prisa, a temperatura ambiente. Acompaña de forma excepcional setas a la brasa, mole negro, quesos semicurados o incluso pescados ahumados, donde su complejidad vegetal y mineral actúa como contrapunto y amplificador del sabor.