Este vino es una interpretación vibrante y sofisticada del Alvarinho en la subregión de Monção y Melgaço, la cuna de esta variedad en Portugal. Nacido de una colaboración entre tradición y vanguardia, este vino expresa con precisión la mineralidad y tensión que definen los grandes blancos de la región. Su vinificación combina fermentación en barricas usadas de 400L y depósitos de acero inoxidable, con una crianza de 9 meses sobre lías finas, aportando complejidad y textura sin comprometer su pureza.

En nariz, despliega una paleta aromática refinada con notas de albaricoque, piel de cítricos, especias sutiles y piedra mojada. En boca, su acidez vibrante y su volumen estructurado crean un equilibrio impecable, con un final tenso, persistente y profundamente salino.

Ideal para maridar con mariscos, pescados grasos y cocina de inspiración atlántica, es una elección esencial para conocedores en busca de autenticidad y carácter.